Por Walter Barboza
¿Es
posible construir el campo epistemológico para la investigación en
comunicación, información y periodismo deportivo? Desde la Cátedra Taller de
Análisis de la Información, de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social
de la Universidad Nacional La Plata, creemos que sí y que ello se encuentra en
pleno proceso de elaboración. Esta ponencia, intenta describir los límites,
alcances y dificultades con las que los jóvenes investigadores en comunicación
se topan a diario en la tarea de intentar delimitar ese campo, recortarlo y
poder describir sus rupturas y discontinuidades, como así también las
condiciones de posibilidad para la estimulación de un nuevo pensar del mismo, los
problemas del periodismo deportivo y sus cruces con los procesos
comunicacionales.
En
ese marco partimos de una concepción en la que entendemos que la verdad de ese
campo epistemológico no es el resultado de un descubrimiento, de una verdad que
se devela, sino que es el resultado de un proceso de producción de la verdad,
condicionada por el sentido de un discurso.
Palabras clave
Episteme
– Periodismo – Información – Comunicación - Verdad
Walter Barboza
Licenciado
y Profesor en Comunicación Social. Docente Universitario en la Cátedra Taller
de Análisis de la Información en la Facultad de Periodismo y Comunicación
Social de la Universidad Nacional de La Plata. Investigador UNLP. Periodista en
Cablevisión La Plata, conductor del noticiero de televisión Somos Noticias en
su Primera Edición.
En
una clase del Taller de Análisis de la Información, correspondiente a la Tecnicatura
Superior Universitaria en Periodismo Deportivo de la Facultad de Periodismo y
Comunicación Social (FPyCS) de la
Universidad Nacional de La Plata (UNLP), me propongo hacer el siguiente
ejercicio de reflexión con los alumnos citando el siguiente ejemplo: ¿Es factible
generar las condiciones de posibilidad para una nueva ética en el deporte, en
la que una falta mal cobrada por un árbitro de fútbol -en favor de un equipo y
en perjuicio de otro- pueda ser reconocida por el jugador beneficiado como un
error del árbitro y así él mismo solicitar que esa pena en su favor sea
revisada para, de este modo, evitar el perjuicio en contra del equipo rival?
Pienso en un ejemplo práctico: un penal mal sancionado en el que el jugador
beneficiado admite que fue una equivocación del árbitro para evitar su ejecución
y no perjudicar a los rivales.
Los
alumnos entendieron el ejemplo como una propuesta de una ingenuidad absurda,
aunque comprendieron que el planteo iba mucho más allá: ¿Existen realmente
condiciones de posibilidad para la constitución de una nueva episteme en el campo de la
investigación deportiva, en la que sea posible repensar la ética de las
disciplinas, el papel de los medios en la construcción de la información y la
formación académica de los alumnos? ¿Es posible que nuestras investigaciones de
corte cuantitativo y cualitativo contribuyan a la creación de esas condiciones
de posibilidad o inviten a avanzar en ese sentido la práctica reflexiva de los
alumnos?
Previo
a la creación de la Tecnicatura Superior Universitaria en Periodismo Deportivo,
sólo era posible hablar del periodismo deportivo en el marco de las propuestas
pedagógicas de los institutos de formación privados y lo que el oficio del
periodismo deportivo hablaba de sí mismo. Sin embargo, con la aprobación de la
creación de la carrera en el seno de la FPyCS de la UNLP, algo de ese escenario
comenzó a modificarse. Aquellas cuestiones propias del campo, comenzaron a
visibilizarse y a problematizarse. Ya las formaciones discursivas no fueron
patrimonio exclusivo de la docencia privada, de los profesionales de la
comunicación del periodismo deportivo y de los medios de comunicación
concentrados. Se produjo entonces un quiebre, una ruptura, una discontinuidad
entre las palabras y las cosas, una emergencia en la superficie del discurso
que implicó, básicamente, la posibilidad de comenzar a delimitar el dominio del
campo y de aquellas cosas que se hablan en él, de hacerlo visible, nominable y
descriptible (Foucault, 2002).
Fue
posible entonces plantear la posibilidad de comenzar a desarrollar
investigaciones orientadas a observar, analizar y cuantificar la agenda, los
formatos, las tendencias en la construcción, selección y jerarquización de la
información; los temas, el espacio, las formas de titular, las disciplinas
elegidas para conformar las agendas informativas. Agendas que, como
consecuencia del fenómeno de la globalización de las economías y mundialización
de la cultura, vieron afectadas sus clasificaciones y jerarquizaciones y las
agendas públicas en términos de región o de globo, pero también en términos de
segmentos de intereses y necesidades menores pero significativos y antes no
identificables (Martini, 2000).
Todo
un campo de posibilidades se abrió repentinamente. Aquello que, en términos de
saber, era patrimonio exclusivo de medios y periodistas, comenzó a ser
atravesado por nuevas miradas, por el planteo de nuevas problemáticas, por un
proceso de elaboración teórica, por la construcción colectiva de un nuevo
sentido común (Gramsci, 2009).
Ahora
bien, encontrar un nuevo objeto de estudio para el campo de la comunicación
social y la formación en periodismo deportivo, fue posible a partir de la
detección de las relaciones de poder que en ese campo subyacían. Fue posible
una formación discursiva, en su
etapa arqueológica, en la medida en que hubo un conjunto de intelectuales
orgánicos (Gramsci, 2009) que coadyuvaron en su construcción. Así, el archivo nos
permite detectar a Fernando Niembro, uno de los actores sociales más visibles
en el proceso de construcción de agenda, concentración de medios y de formación
académica, durante la década del ’90, asegurando sin tapujos declaraciones del
tipo: “los que quieren ver el fútbol gratis que vayan a cuba”[i]. Son esas relaciones de
poder, las que forman parte del proceso de construcción de la verdad en el
campo. Son las relaciones de fuerza material, los elementos constitutivos de la
verdad en una época dada (Feinmann, 2009). Por ello sólo es posible que Niembro diga lo que dice en ese momento
particular de la historia argentina: porque hay condiciones de posibilidad para
el imperio de un discurso de esa naturaleza. Porque la verdad no se descubre,
no se devela, sino que se produce a partir del sentido de un discurso dado (Deleuze,
2015). Ello tiene determinadas implicancias: que no se puede hablar en
cualquier época de cualquier cosa. Tampoco es fácil decir algo nuevo para dar a
luz nuevos objetos de estudio. Pues hay una trama de relaciones que involucran
a instituciones, procesos económicos, formas de comportamientos y un sistema de
normas (Foucault, 2002) con las que hay que luchar en el marco de una disputa
política.
En
el caso de nuestro país, implicó redefinir el mapa de medios a partir de la Ley de Servicios de comunicación
Audiovisual y el debate en torno a la televisación
del fútbol de primera división[ii]. Esta discusión fue
acompañada por categorías tales como poder, economía, concentración, verdad,
que surgieron a la superficie de una nueva formación discursiva, la que comenzó
a conformar una nueva episteme en
torno a lo que hasta ese momento se creía respecto del periodismo deportivo y
el poder que estructura. Quizás, la gratuidad de la televisación del fútbol de
primera división, tenga una fecha de inicio como concepto, como idea (agosto de
2011), el corte epistemológico necesario para la construcción de un nuevo
sentido respecto de las funciones del Estado y su relación con la sociedad.
Idea anulada e inexistente en la episteme del período signado por el ciclo 1989-2001
de la historia argentina, en la que no tenía sentido hablar del Estado y sus
funciones, puesto que el anuncio del fin de la historia y la muerte de las
ideologías, terminaron de echar por tierra cualquier intento de regulación
estatal de la vida cotidiana.
En
esa trama de relaciones de poder, los medios tuvieron como función esencial la
de contribuir en la formación de aquello que hoy se ha constituido en nuestro
objeto de estudio y de elaborar el conjunto de procedimientos que permitieron
crear los enunciados que fueron considerados verdad en ese momento. Pero hubo
resistencias (Foucault, 2012). El campo académico fue el lugar en el cual
científicos e investigadores trabajaron para plantear otra perspectiva ante el
problema de la concentración de medios, de la construcción del discurso único y
de la constitución de un poder económico y político que contribuía a consolidar
una sola mirada de los problemas de la sociedad. Si el poder es constitutivo de
la verdad, y los medios parte fundante de la “biopolítica” estatal (Deleuze,
2015), entonces la conformación de una nueva episteme en el campo de la investigación científica sería una de
las formas de mover la balanza de un lado a otro.
Hubo
que lidiar con concepciones que, en ese momento, conformaban verdades de
Perogrullo: periodismo independiente
y objetividad, eran categorías
indiscutibles en el acerbo cultural de la época. Una neutralidad inobjetable e imposible de atravesar en los debates
masivos. La problematización de esas categorías, sólo habían quedado encerradas
en los debates académicos. Plantear, como afirmaba Nietzsche sobre el problema
del conocimiento, que “no existen
hechos, sólo interpretaciones” (Llácer,
2015: 120) y que esa supuesta realidad que está allí afuera no se puede conocer
objetivamente, ya que sólo podemos hacer interpretaciones desde distintas
perspectivas, era un sin sentido en las formaciones discursivas de la
sociedad.
De la ficción a la realidad
y la producción de una nueva literatura para el análisis de la información
Ya[U1]
en 1963, Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, escribieron un cuento que
anticipaba los tiempos por venir, “Esse Est Percipi (Ser es ser percibido)”, con
el que intentaban explicar en forma ontológica los cambios avenidos en el
deporte popular argentino. Visionarios, los dos escritores, inventaron un
cronista imaginario al que bautizaron con el nombre de Honorio Bustos Domecq
que, en una de sus tantas crónicas, advierte a un lector desprevenido que en el
barrio porteño de Núñez, la cancha de River Plate había desaparecido. Bustos Domecq se entrevista entonces con
Tulio Savastano, un experimentado dirigente de fútbol conocedor de los
intrincados caminos del deporte, quien luego de narrarle alguna que otra
infidencia, termina por confesar a Domecq que el fútbol profesional había
jugado su último partido oficial el 24 de julio de 1934; que todo lo que él
veía en los estadios los fines de semana era una puesta en escena: resultados,
cuadros, partidos; que todo se había convertido en un género dramático cuyo
destino final era atender las demandas de la televisión y la radio.
Domecq
le preguntará sobre el final de la crónica: -¿Y si se rompe la ilusión?
A lo
que Savastano responderá: -Qué se va a romper.
Disconforme
Domecq le aclarará que: -Por si acaso seré una tumba.
Savastano,
quien ya comienza a visualizar la emergencia de un nuevo fenómeno
comunicacional en la sociedad de la época, le dirá en forma categórica y
contundente: -Diga lo que se le dé la gana, nadie le va a creer.
La
ruptura de ese modelo comunicacional hegemónico permitió el inicio de una nueva
etapa para el análisis del período y el desafío de avanzar en la producción de
una nueva literatura para su comprensión.
Así,
investigaciones como las que se llevan adelante en la Cátedra Análisis de la
Información, sobre la construcción de la noticia deportiva en los diarios
nacionales y del interior, son un buen ejemplo de esta experiencia. Y sus
resultados son altamente satisfactorios para la construcción de una nueva
mirada sobre el periodismo gráfico en los diarios del interior del país.
Por
ejemplo, podemos citar el caso del diario La Gaceta de Tucumán en el que
observamos ¿qué es noticia y cómo construye la información deportiva este
medio?, un trabajo realizado a partir de un relevamiento sobre este medio en
los meses de noviembre de 2014 y mayo de 2015. Se trata de una observación
cuantitativa sobre sesenta ejemplares, que han constituido el insumo necesario
para la extracción de una muestra que nos permite tener un acercamiento a
ciertas características que definen a dicho medio. Temas, espacio, formas de
titular y disciplinas elegidas para
conformar su agenda informativa.
Para
ello tuvimos en consideración algunas definiciones desarrolladas por Stella
Martini, quien señala que “los efectos de la globalización de las economías y
mundialización de la cultura afectan a las clasificaciones y jerarquizaciones,
y las agendas públicas en términos de región o de globo, pero también en
términos de segmentos de intereses y necesidades menores pero significativos y
antes no identificables” (2002).
Entonces,
si antes del proceso de multiplicación de medios de información, radios
comunitarias, televisión local, semanarios gráficos impresos y digitales, la noticia
era solamente entendida como aquello que proponían los medios de alcance
nacional con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hoy son los
regionalismos y las localías las que definen la agenda de lo noticiable. En el
proceso de mundialización, el emergente claro y visible es la demanda de lo
local por sobre lo nacional.
Entonces
es noticia en la medida en que se apoya en los ejes información-sociedad, en
términos de necesidades y expectativas, y de reconocimiento realidad, en
términos de verosímiles que constituyen la realidad cotidiana (Martini, 2002).
De
este modo pudimos ver cómo La Gaceta de Tucumán (LG), en su información
deportiva, privilegia aquellos acontecimientos que sientan sus bases en la
propia provincia. Por ejemplo: no tiene el mismo espacio en su interior el
resultado de un partido entre Boca y Vélez Sarfield, que la cobertura de las
fechas en las que juegan San Martín de Tucumán o Atlético de esa provincia. Sólo
cuando la información cobra trascendencia nacional, notoriedad, o afecta los
intereses de la provincia, el tema gana espacio.
Por
caso, citemos el ejemplar de su suplemento deportivo editado el 16 de mayo de
2015. En el mismo, cuya edición cuenta con 16 páginas y es posterior a los
incidentes que se produjeron el 14 de mayo en el partido entre River y Boca por
la Copa Libertadores de América, que le valió a Boca su descalificación del
torneo, siete páginas estuvieron dedicas a los vaivenes de esos incidentes.
Tapa a color, notas de análisis, opiniones, noticias de agencias desde Buenos
Aires, columnistas especializados, puntos de vista. Un total de 16
informaciones, contra una nota en contratapa referida a Atlético y cuatro
quintos de página en su interior, referidas a San Martín (LG Deportiva, 2015).
La
cobertura va de la crónica del partido que los tucumanos pierden con Central
Córdoba de Santiago del Estero, pasando por los artículos de análisis sobre el
presente y el futuro del equipo y del técnico J.J. López, hasta la opinión de
los historiadores de la institución.
De
esas 24 páginas, cinco están destinadas a atender la cobertura de la derrota de
Atlético frente a Sarmiento de Junín, doce páginas -la mitad del suplemento- al
fútbol local. El resto de sus páginas se distribuye del siguiente modo: dos
para el futbol nacional (Boca-River), dos para el fútbol de ascenso (Torneo
Federal B), tres para el automovilismo regional e internacional y cinco en las
que hay espacio para el rugby local, el fútbol internacional, el hockey, el
turf y el golf locales (LG Deportiva, 2014).
Pero
el fútbol no es el único deporte que gana popularidad en las páginas de LG
Deportiva. El Rugby, antaño considerado un deporte practicado por las élites de
la sociedad argentina, se encuentra en un pie de igualdad frente a la demanda
de noticias y la producción de las mismas. Por la sencilla razón de que un 27 %
de la población masculina de la provincia, tiene licencia para jugar al Rugby
(Revista Marca, 2013). La edición del 2
de noviembre de 2014, en su portada y bajo el título de “Alto baile”, se puede
leer el triunfo del seleccionado tucumano de Rugby (La Naranja) frente al
equipo de Alto Valle. Cinco de sus veinte páginas están dedicados a este tema.
Doce se distribuyen entre el fútbol de ascenso, el fútbol regional, el básquet,
el golf y el hockey. Una página al fútbol internacional, una al fútbol de
primera división y una al tenis internacional (LG Deportiva, 2014).
Quizás
sea necesario retomar aquí la idea de agenda que está constituida, básicamente,
por los temas sobre los cuales los medios dan cobertura (Amado, 2014). Si bien
es una definición que se ajusta a una perspectiva de medios dominantes,
entendiendo como dominantes aquellos que por su capacidad de producción y
alcance, imponen su ritmo al resto del espectro comunicacional, hoy podemos
sostener sin temor a equivocarnos que funciona en un doble sentido. A la
primera definición habría que adosarle una segunda determinada a partir de la
inmediatez y la cercanía con el lugar de radicación del medio. Esta cercanía es
la que va a determinar, a su vez, qué es noticia en un medio: el
medio/periodista, la fuente y el lector. Esto es LG Deportiva: los testimonios
locales y el lector tucumano, si en un común acuerdo existen los siguientes
atributos: veracidad, actualidad, documentación, interés, documentación,
pluralismo y contraste (Amado, 2014). Una idea que rompe con la idea tradicional
de hegemonía, en los términos de una imposición absoluta sobre los usos y
costumbres de los sectores populares. La circulación de mensajes, en ese marco,
interactúa con los códigos perceptivos y los hábitos cotidianos de lo que el
marxismo de corte estructuralista ha definido como clases subalternas (García
Canclini, 1984).
Allí,
al parecer, residen algunas de las claves para comprender el tema: en el
proceso de recepción la audiencia no asume necesariamente un rol de receptor
pasivo sino que se lleva adelante de distintas maneras. Hay una interacción que
comienza con “la atención, sigue por la comprensión, la selección, la
valoración de lo percibido, su almacenamiento e integración con informaciones
anteriores y, finalmente, se realiza una apropiación y una producción de
sentido (Orozco Gómez, 1991: 4)”. Condicionado a su vez, por ejemplo, por el
origen social o geográfico que funcionan como mediaciones con los lectores
(audiencias para el caso de la TV), en la medida en que permiten una
interacción con el medio. En ese marco, el lugar de residencia, el
“territorio”, habilita una interacción mayor por cercanía y marcos de
referencia como las historias y tradiciones asociadas al lugar (Orozco Gómez,
1991). En ese sentido, LG Deportiva tiene -y en su práctica concreta lo hace-,
mucho para contar sobre la historia de la provincia y su anclaje con el
deporte.
Así,
territorialidad, cercanía, identidad cultural, geografía y habitus (Córdova
Plaza, 2003), van constituyendo el contexto en el cual se define qué es noticia
y qué acontecimiento o hecho puede ser considerado como tal para LG Deportiva, entendiendo al habitus como un aspecto
esencial del mundo práctico en el que las respuestas son automatizadas y
anticipadas a los estímulos del medio y que constituyen una manera lógica de
estar en esa porción de la realidad en la que se vive. O como sostienen
Saintout-Ferrante, cuando explican que actualmente uno de los aspectos de los
estudios sobre el problema de la recepción, tiene que ver con la indagación del
consumo cultural de bienes y cómo juegan sus identidades dentro del campo
cultural (2009). Se trata de los factores que entrarán en juego a la hora de
construir la noticia deportiva en el suplemento.
El
22 de mayo de 2015, el suplemento publica en su portada: “Golpe a la ilusión”.
Allí se refiere a la derrota de River Plate por 1 a 0 frente al equipo de
Cruzeiro de Brasil por Copa Libertadores de América. Ya en su interior el
suplemento avanza, con mayor espacio, sobre temas locales. Dos páginas (el
suplemento cuenta con ocho), son destinadas al fútbol tucumano, dos a River
Plate, una a Racing Club y dos al rugby, el básquet y deportes de montaña
locales. Es decir que, a pesar de la importancia del partido que disputó River
por uno de los torneos internacionales más importantes de Sudamérica, cuatro de
sus ocho páginas tienen por destino la información local. ¿De
qué manera se refiere a los equipos de fútbol local? “Huracán Santamarina”, que
derrotó al equipo de Atlético. Y “Redobla la apuesta”, en alusión a los
compromisos que tendrá por delante el equipo de San Martín de Tucumán. Hay una
página para cada equipo, en las que se refuerza la idea de la importancia en el
presente y futuro de los clubes tucumanos.
Los regionalismos y
tradiciones en la construcción de la información
Un
capítulo aparte merece el cuerpo central del diario La Gaceta de Tucumán. Es, [U2] vale
la pena recordarlo, un diario tamaño sábana que a simple vista replica el
formato, la estética y la perspectiva política del diario La Nación. De hecho
algunos de los columnistas más importantes del diario tucumano, son los
columnistas habituales del diario porteño. En su portada firman algunos de los
artículos que allí se adelantan, Jorge Fernández Díaz, Carlos Pagni y Joaquín
Morales Solá, tres de los cuadros más destacados del diario y que conforman
algunas de las plumas más agudas de la derecha republicana.
Si
bien el titular sobre River y Boca, “River ganó el partido y Boca la sacó
barata”, es parte de la agenda deportiva
por la importancia que tiene en sí misma la Copa Libertadores de América, y por
tratarse de los dos equipos de fútbol de mayor alcance nacional, es necesario
destacar que en la portada del diario principal funciona sólo como acompañante
del titular que se ocupa del triunfo de Cardenales.
Este
segundo tema, publicado bajo el título “Cardenales saldó una histórica deuda
del rugby tucumano” (LG Deportiva, 2015), retoma la historia que pesa sobre el este
deporte en la provincia. Según consigna la primera página, Cardenales, luego de
participar en cinco de las siete finales en las que los tucumanos estuvieron
presentes en el Torneo Interior, se quedó con el título tras derrotar al equipo
mendocino de Los Tordos. De este modo, el diario sostiene que los tucumanos
pudieron quebrar un maleficio que pesaba sobre la racha de los jugadores de
rugby de la provincia. Con ello lograron convertirse en el primer equipo del noroeste
argentino (NOA) en salir campeón de un torneo nacional. De hecho, en el
suplemento deportivo, una de las figuras del partido, Diego Vidal, asegura que
“dentro de cuarenta años” se hablará de ellos como los primeros campeones del
NOA en una competencia a nivel país (LG Deportiva, 2015).
Aquí
hay un doble juego en la producción de sentidos: el primero es que el énfasis
de la portada está puesto en la historicidad del acontecimiento, con el que
reconstruyen la importancia de la historia de esta disciplina en la provincia.
Quebrar un maleficio es, en cierto modo, una forma de ubicar en la naturaleza
cada cosa en su lugar. Y el segundo sentido destaca a la provincia por sobre el
resto que componen el noroeste argentino: Santiago del Estero, Salta, Jujuy,
Catamarca y la propia Tucumán. Si dentro de cuarenta años la historia del
deporte regional va a hablar de este acontecimiento, destacará la hegemonía del
rugby tucumano en el concierto de las provincias del NOA e inclusive LG
Deportiva -si existiese en ese momento- contribuiría a construir y consolidar
un relato mítico/épico sobre los jugadores de Cardenales y de la provincia
tucumana.
Es
en el marco de las provincias del NOA que se ponen de manifiesto las tensiones
propias del desarrollo desigual y combinado que han tenido estas provincias a
los largo de la historia del país (G. Novack, 1974). En ese desarrollo se
destacan Tucumán y Salta, como provincias fuertes en la producción de tabaco y
azúcar, con un importante desarrollo turístico y con una tradición política
que, para bien o para mal, les ha permitido una importante visualización en la
historia argentina, formando parte de la galería que componen los hombres de la
historia de la política nacional: Juan Bautista Alberdi, Nicolás Avellaneda,
Martín Miguel de Güemes, José Evaristo Uriburu, Robustiano Patrón Costas, José
Félix Uriburu, Facundo de Zuviría, entre otros. Tucumán corre con una ventaja
extraordinaria: fue la sede de la declaración de la independencia de nuestro
país, el 9 de julio de 1816. ¿Cuántas de esas tradiciones, geografías, o
diferencias respecto de sus recorridos históricos, se ponen de manifiesto en la
selección, jerarquización y construcción de la información deportiva de LG
Deportiva? ¿Cuántas de estas rivalidades, que fortalecen al interior de cada
provincia el sentido de pertenencia a un lugar, se ponen en juego en estas
competencias?
En
LG Deportiva eso parece ser muy claro en la explicitación de los contenidos que
selecciona y trabaja para producir su material periodístico. Si cumple o no con
su cometido es un tema mucho más extenso que la pretensión de esta ponencia
para analizar. Por lo pronto, según los datos oficiales sobre la circulación
del medio, los 60 mil ejemplares que vende de lunes a viernes, los 150 mil los
días sábados y los 100 mil los días domingos, parecen confirmar las
preferencias de los tucumanos por uno de sus medios de información política,
social, cultural y deportivo más importantes de la provincia. Le siguen El
Siglo de Tucumán, fundado en 1990, y el Tribuno de Tucumán, creado en el año
2005; medios que apenas asoman en la historia profunda de la prensa gráfica
tucumana y que recién comienzan el largo y complejo camino de construir una
realidad en esa provincia.
Bibliografía
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-LG
Deportiva, suplemento deportivo del diario LA GACETA de Tucumán, edición
del 2 de noviembre de 2014.
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Rosario”. Una crónica sobre la historia del rugby en la provincia de esa
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-LG
Deportiva, edición del domingo 17 de mayo de 2015.
-Diario
La Gaceta de Tucumán, edición del domingo 17 de mayo de 2015.
-LG
Deportiva, suplemento deportivo del diario LA GACETA de Tucumán, edición
del 22 de mayo de 2015.
-LG
Deportiva, suplemento deportivo del diario LA GACETA de Tucumán, edición del 10
de noviembre de 2014.
[i] Diario Ámbito
Financiero versión digital. Fernando Niembro, reconocido periodista
deportivo que en los años 90-2000, participó del proceso de privatización,
crecimiento y desarrollo de los medios de información privados, como así
también del negocio del Fútbol de Primera División. En ese marco sus
declaraciones se referían a la disputa por la liberación del fútbol codificado,
para acercarlo en forma gratuita a la población que pagaba para poder ver en
vivo las fechas del torneo de primera división. Niembro declaró en los medios,
por ese entonces, que: "A mi me parece que está bien. Lo tomo pidiendo que
haya inversiones extranjeras, bueno hay alguien que puso u$s 400 millones para
comprar los derechos de muchas cosas, quieren ganar plata. Este es un país
capitalista, no es un país socialista. Los que quieren ver el fútbol gratis que
se vayan a Cuba, que vivan en Cuba”. En:
http://www.ambito.com/noticia.asp?id=806243
[ii] La Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual (Ley 26.522), marcó un hito en la construcción del campo
epistemológico. Ella permitió poner en discusión el poder concentrado de los medios
y avanzar sobre la gratuidad de las transmisiones de los eventos deportivos que
ese poder concentrado acaparaba.
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